Existe el Tercer Ojo, así como el aura
Ante todo, para la mayoría de los seres humanos, no es fácil admitir que estas dos cosas existen y tampoco definirlas. Sin embargo, el tercer ojo, también asociado con el sexto sentido, existe, así como el aura. Mejor aún, cada uno de nosotros los posee y puede sacar grandes beneficios. ¿Cómo? Descubre por qué es importante saber más sobre El Tercer Ojo existe y Aura también.
Vínculo entre el tercer ojo y el cuerpo astral
Para ilustrar lo que llamamos el tercer ojo, podríamos hablar de un
6° sentido, un sentido agudo que sobrepasa los 5 sentidos conocidos:
- el oído
- la vista
- el tacto
- el olfato
- el gusto
y que se abre a un mundo misterioso, un mundo paralelo, quizás el mundo divino.
Los científicos se interesan desde hace mucho tiempo por el tercer ojo, por su poder: lo que llaman la percepción extrasensorial. Pero ninguno obtuvo resultados concluyentes sin integrar en sus trámites la estructura propia al cuerpo sutil del hombre: su aura.
El tercer ojo existe y aura también – ¿Qué es el cuerpo astral?
Sin embargo, mucho antes del descubrimiento del átomo, los “hombres ingeniosos” habían descubierto que existía una vida más allá y, podemos decir, encima del cuerpo físico: hablaban de un cuerpo astral.
Según los Sabios de Oriente, se trata de un cuerpo etéreo, inmaterial entonces, que es la réplica de nuestro cuerpo carnal y que le está yuxtapuesto.
El cuerpo astral y los chakras
Este cuerpo, envuelto en un aura, se organiza alrededor de un eje espiritual (que corresponde a nuestra columna vertebral) en el que se superponen
7 chakras, 7 ruedas que llamamos centros de energía.
El sexto chakra se sitúa en la mitad de la frente, se llama
3° ojo. Nos permite ver lo que nuestros ojos físicos no pueden percibir. Es nuestro sexto sentido. Lo encontramos, en la estatuaria india, en la frente de los Budas.
El mundo en el que tenemos que vivir y las preocupaciones materialistas a las que nos obliga diariamente nos han hecho perder nuestras facultades, sin embargo naturales, de Visión. Hemos, por así decirlo, perdido nuestro
3° ojo.
Cuanto más estamos anclados en la materia, más pesadas son las vibraciones. Por el contrario, cuanto más nos espiritualizamos, más sutiles son nuestras vibraciones y nos permiten escapar a numerosas leyes puramente mecánicas.
El tercer ojo existe y aura también – Recuperar los poderes
Al practicar una disciplina espiritual, es posible aumentar su tasa vibratoria y el 3° ojo recuperará progresivamente su poder. Podemos esperar tres resultados:
- descubrir la Vibración de la realidad, una vibración que los sentidos normales no pueden distinguir. Esto le maravillará.
- adquirir una sensibilidad específica que permite entender la esencia y la naturaleza escondida de los acontecimientos, de los seres y de las cosas.
- desarrollar la facultad de extraer información de las vibraciones de la “materia” gracias a una “lucidez extra”, una verdadera clarividencia.
Entonces, es posible recuperar y abrir su 3° ojo, desarrollar su sexto sentido. ¿Cómo?… Esto es otra cuestión , que merece otras exposiciones.