Nos rodean en permanencia con su aura angelical y sin embargo, siempre es difícil percibir su presencia. Alguna vez se ha preguntado: quién es mi ángel de la guarda y cómo verlo. Si es el caso, ¿quién es realmente y cómo encontrarlo? A menudo me hacen estas preguntas, y admito que son muy interesantes. Por ello, he decidido revelarle las respuestas.
Los Ángeles existen
¿Sabe de quién es esta afirmación? ¿Y de quién se trata?
Es el Papa Benedicto XVI que se expresó así durante un sermón público el 29 de septiembre de 2008 y se refería a nuestros Ángeles de la Guarda.
En todas las tradiciones, se atestigua la existencia de los Ángeles de la Guarda. Ninguna Iglesia pone en duda su realidad, ya sean los cristianos, los judíos o incluso los hinduistas.
En todas las creencias, se dice del Ángel de la Guarda que busca el bien del hombre, su felicidad y su salvación. Se afirma que actúa sobre su futuro a través de su presencia divina, intentando siempre enseñarle el camino de la Felicidad.
Cada persona tiene en la tierra a un Ángel de la Guarda personal, que viene del Coro de los Ángeles. Y cada Ángel de la Guarda es el Mensajero que la guía sobre el Camino del Bien, manifestando los principios del espíritu y de la esperanza, en el mundo concreto de la materia.
Quién es mi ángel de la guarda y cómo verlo
Su Ángel de la Guarda se manifestará ante usted el Día en que su confianza en él se haya desarrollado hasta el punto de fusionar con el Amor que le lleva. Lo verá, le hablará, lo reconocerá.
Su Ángel Protector se le aparecerá bajo forma humana en su expresión más hermosa y pura y, como lo testimonian los textos sagrados (y mi propia experiencia), lo verá seguramente con alas porque vendrá para usted desde el Mundo de los Ángeles.
¿Verá a un niño lleno de gracia y de candor o a una jovencita resplandeciente de nobleza y belleza? ¿Se le aparecerá en un halo de luz o en una hoguera mágica?
Me lo dirá llegado el momento, cuando lo haya invocado como le he enseñado. Este día será para usted uno de los más hermosos días de su vida. También será, ante todo, ¡el principio de una nueva vida! Y entonces dejará de preguntarse quién es mi ángel de la guarda y cómo verlo.