¿Tiene tendencia a devorar sus comidas a toda velocidad, ignorando el arte de comer bien? ¿Mientras hace otra cosa? ¿Por ejemplo, mirando la tele o su teléfono? Como lo sospecha, no es una actitud muy zen… ¿Qué tal si aprendiese a cambiar esto?
La saliva, su aliada del bienestar
Mi viejo amigo taoísta siempre me decía esto en cuanto a la higiene alimentaria:
“hay que aprender a masticar sus bebidas y beber sus alimentos“…
“¿Por qué crees que producimos saliva?”.
E insistía en el hecho de que cuando comemos, masticar largamente sus alimentos es el medio perfecto para “espiritualizar la materia“, y también es, de lejos, la mejor dieta adelgazante que exista en el mundo. ¡Y sin esfuerzos!
Inténtelo: reduzca a “agua” cada uno de sus bocados antes de ingerirlo, ya verá, ¡es asombroso!
Agua, la base para el arte de comer bien
Además de comer en la calma y tomando su tiempo, el agua cotidiana que bebe es muy importante: hidrata su cuerpo, elimina los residuos, compensa las pérdidas en agua (respiración, transpiración, etc.). Un cuerpo que funciona bien es un cuerpo bien hidratado.
Si bebe menos de un litro al día, ¡aumente esta cantidad! En general, concordamos en que hay que beber entre 1.5l y 2l al día.
Un truco para dormir bien
Pese a que la alimentación sea tan importante como la actividad física, hay una cosa que garantiza su equilibrio: el sueño. ¿Quizás tenga preocupaciones tan serias que le cuesta dormirse? O posiblemente esté atravesando una fase astral en la que le cueste más conciliar el sueño.
Si es el caso, le aconsejo que deposite un tejido natural de color violeta entre su almohada y la funda que la cubre, allí, justo bajo su cabeza. Después de sólo algunos días, debería volver a tener un sueño dulce.