Orar puede ser “pedir”. Y si orar es “pedir con fe para otra persona”, entonces la oración, muy a menudo, se hará realidad. Pero orar por su propia persona no puede -y no debe- ser más que para agradecer. Preste toda su atención al siguiente consejo espiritual para orar y agradecer.
Orar, es agradecer
¿Pero agradecer a quién?
Agradezca según sus creencias. De esta manera, se puede dirigir:
- A Dios,
- Al Cielo,
- Al Creador,
- al Gran Arquitecto del Universo
- o incluso al Vacío,
- al destino,
- o simplemente a la Vida…
Lo que importa es el acto de agradecimiento.
¿cuáles es el mejor consejo espiritual para orar y agradecer?
Cada día, ¡tiene mil y una razones de agradecer! Agradecer por:
- estar vivo,
- ver salir un nuevo día,
- no despertar con dolor de garganta, de espalda o de piernas, etc.
Si adopta esta actitud dinámica de agradecimiento en su vida cotidiana, tendrá una actitud positiva, constructiva, creadora, y tomará las riendas de su vida. Y, como la decisión será suya, su vida adquirirá sentido pleno.